Amo como ama el amor. No conozco otra razón para amar que amarte. ¿ Qué quieres que te diga además de que te amo, si lo que quiero decirte es que te amo? Fernando Pessoa (1888-1935) Poeta portugués.
Hoy es

viernes, 19 de octubre de 2007

Nosotros somos... éso.


El otro día hurgando en la web tuve mala suerte al tropezar con imágenes de una crueldad inenarrable, desde entonces sueño con la muerte a menudo y no encuentro fuerzas razón ni sentido para explicar la descabellada maldad o actitud de los hombres ni sé qué hacer para huir de mi condición endiablada y maldita, y mutilo mi conciencia igual que ellos hacían e hicieron con sus víctimas, sin sentir ni llorar sin piedad, con desprecio absoluto hacia la vida de unos seres que miraban a sus verdugos con angustia y pavor, desde entonces tengo pesadillas de encierros gritos y chirridos desabridos que taladran mis tímpanos envuelto en la oscuridad irracional de noches de insomnio, porque ya no duermo no vivo no sueño y sólo pienso en odio y matar odio y matar... igual que hacían e hicieron ellos con sus víctimas, asesinar con desprecio y total desvergüenza por la vida, ojalá se pudran en el infierno si existe un infierno, me gustaría que así fuera o acaso ¿estoy en el ya? ¡mejor! así podré encontrármelos y como un lucifer espantoso y desquiciado abriré sus estómagos en canal y luego reiré y lloraré y me rajaré las vestiduras y amputaré los miembros y daré rienda suelta a pasiones malditas y paranoides que dicen encierra y alimenta con denodada pulcritud el alma corrupta de cada ser, si existe un alma en un único y deplorable hombre en esta tierra sucia y enfangada, bañada en sangre de parientes, amigos hermanos, familias destrozadas, bañada en sangre por el placer de la sangre y no por otra razón, porque no existe conciencia ni sensibilidad en quien asesina sin lástima ni el menor vestigio de vergüenza, ya que jamás supo de esas cosas, pues es un déspota criminal y debería de ser apresado enjuiciado y ajusticiado mil veces por exhibir su grosera, lasciva, carencia de ternura respeto y sobre todo de amor ¡dónde empieza y termina el amor si jamás existió! si todo es una absurda parodia que inventó el ser humano para sentirse mejor ¡y matar y volver a matar! por el hecho de sentirse superior a qué o a quién y ¿cómo ser superior?, si cuando se asesina se es rastrero bajo inhumano e inferior a cualquier animal, al animal que se mata, a esos sublimes y cien mil veces íntegros animales a quienes sacrificamos, porque un animal jamás asesina por el mero hecho de hacerlo, porque un animal a fin de cuentas es y siempre será un honorable animal, y formará parte de la naturaleza y no romperá su cadena ni sus reglas, ni cometerá aberraciones ni mentirá, ya que sólo nosotros sabemos hacerlo y se lo inculcamos a nuestros hijos con desprecio e incluso a veces mediante una mezcla de irreflexivo y bestial orgullo indecente, como si fuera lo más natural del mundo, y una muestra de nuestra clara ¿superioridad e inteligencia?, y sin embargo por más que tratemos de cambiar o aparentar ser lo que no somos, siempre seremos eso y nunca saldremos de eso porque estamos condenados y abocados a serlo, y porque nos lo merecemos pues nos lo hemos ganado a pulso al verter la sangre de generaciones de inocentes durante milenios, esa sangre que nos enloquece y descerebra y priva de nuestra “indiscutida” racionalidad que nadie más puede ni tiene el derecho de discutir porque no hay nadie y porque estamos solos en un mundo casi destruido por nosotros, y quien se atreviera a hacerlo sería igualmente mutilado y ejecutado ante la turbia proclama de que mintió, porque a fin de cuentas nosotros somos... éso. Seres... seres... ¿¿Seres humanos??

josef.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Pancho Puelma - Esperando nacer

viernes, 5 de octubre de 2007

¿Cómo ocurrió?



Cómo ocurrió. No tengo la más leve idea pero sucedió.
Fue un día cualquiera, antes de despertar, pero… ¿estaba ya despierto o continuaba acostado cuando regresé? Sí. Volví a la oscura caverna donde mis atávicos ancestros me vieron nacer. No lo sé. Pero recuerdo que escapé de la civilización y recorrí kilómetros mientras rompía esquemas sin importarme mi dolor interior, o el dolor del futuro que rehuía, o el dolor de unos pies antes siempre calzados y ahora… sin calzar.

Escalé un camino perdido y enlodado y al alcanzar su término, allí estaba la estrecha oquedad. Me aguardaba silenciosa y olvidada. Me interné. Vagué por lúgubres pasadizos a tientas, y guiado por un instinto maternal, descubrí la cámara protocolar y una vez allí, sugestionado por un extraño poder, lo hice: Difundí el conjuro nunca olvidado del amor y la vi.

Pude ver mi pasado caminar con pies alados en un insólito valle iluminado por un cielo azul marino intenso, y donde se suponía empezaba la tierra, había una bruma amarilla como té de manzanilla. Se deslizaba y recogía sándalo, diente de león, muérdago y flores de malvarrosa…
Percibí el aroma dulce proveniente de ella y entremezclada, la suave brisa litoral de un océano jamás intuido por el hombre... Caminaba con pasos suaves, y a la vez decididos como moviéndose en un mundo de fino algodón hilado… Alargué mis brazos hacia ella y mis sienes estallaron de felicidad solo de pensar siquiera en rozarla…
Cuando por fin nos dimos las manos un estallido eléctrico tensó mi corazón.

Caminamos juntos, pendientes el uno del otro, durante días semanas, meses y años crecí con ella. Un día ella se acercó a mí. Sus labios se entreabrieron y articularon una agradable melodía en un idioma jamás estudiado ni oído… pero que sólo yo pude interpretar…De pronto se volvió y me miró con aquellos ojos grandes y oscuros, sumidos bajo unas cejas prominentes mientras me estudiaba con profunda curiosidad y alegría, aunque sin sonreír en su exterior, pero haciéndolo en su interior.
Y descubrí su belleza irreal, una belleza jamás sospechada por el Homo Sapiens Sapiens, la belleza de mi antepasado más cercano de mi hermandad en la vida: Una mujer Neandertal...


Josef.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Invitación.


"Viajar, dormir, enamorarse, son tres invitaciones a lo mismo, tres modos de irse a otra parte, a un lugar, a lugares que no siempre entendemos, que nunca gobernamos, que cada noche son distintos, y cada mañana nos deslumbran y asustan como una tarde de granizo en enero".